lunes, 28 de diciembre de 2009

Cuentas Pendientes

Dicen que cuando mueres si no saldaste todas tus cuentas, o dejaste asuntos pendientes, no puedes pasar al siguiente plano, nivel, dimensión, cielo, como quieran ponerle, hasta que éstas sean resueltas.

Y al parecer muchas personas alrededor mio, bueno no muchas solo 2, he resultado ser una de sus cuentas pendientes-o al menos eso me hago creer dia con dia- les explico porque.

Hace alrededor de 8 años murió un amigo mío muy cercano abruptamente, un accidente vial por causas que aun desconozco y lleno de rumores a su alrededor, me enteré porque es hijo de unos buenos amigos de mis papás y la noticia no tardó en llegar a nosotros, mi relación con él se había deteriorado con el tiempo, en la secundaria cada quién agarro pa su lado y poco a poco deje de saber de él, hasta ese mismo día que supe que murió.

Estaba muy chico y me asusté, por lo que decidí no ir a su funeral- lo sé linchenme- por el contrario mi mamá si fue y me contó lo bonito que había estado, la vida siguió adelante, hasta que un día de la siguiente semana soñe con el, de esos sueños que se sienten reales, me encontraba en una iglesia, sentado afuera, con su hermana, ella lloraba por su muerte y yo la tranquilizaba, sin embargo ella decidía entrar en ese estado, yo por lo contrario me quede afuera, al momento de querer entrar él se puso enfrente de mí y me abrazó, diciendome que todo estaba bien y que no me preocupara por él, que estaba bien y así como llegó se fue.

El otro suceso parecido me ocurrió esta misma semana, mi abuelito murió quince días atrás, la misma situación se presentó, 6 meses atrás se rompió la pierna y quedó inmovilizado, medio año le bastó para deprimirse y comenzarse a enfermar, hasta el día de su muerte, no tuve el valor de ir a visitarlo, no podía verlo en ese estado, y un viernes mi mamá me habló para decirme que ya no respiraba.

Fui al funeral y estuve muy presente, de él si me pude despedir, y como la otra historia, la vida siguió adelante, hasta que esta misma semana soñe con el, igual de real que el sueño anterior, estabamos en un parque y el me tomaba de la mano, me abrazaba y me decía que se tenía que ir, desapareciendo.

No sé si estos sueños fueron creados por mi propio inconsciente para tranquilizarme y permitirme seguir adelante o de verdad eran mis seres queridos despidiendose de mi a su manera.

Sea como sea los sentí tan reales que los guardo en mi memoría como un recuerdo y no un sueño, tan reales como ellos mismos.

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